En declaraciones a la la gerente de servicios meteorológicos, Jane Golding, dijo que las posibilidades de que se forme una tormenta de polvo en ambas ciudades esta semana son "bastante altas".
En este momento, las condiciones son similares a las que generaron la tormenta de Sydney en septiembre de 2009, que cubrió tanto a Sydney como a zonas de NSW.
En esa ocasión la tormenta interrumpió vuelos, forzándolos a aterrizar en Brisbane, activó alarmas de humo y resultó en más de 130 llamadas de ayuda debido a dificultades respiratorias.
La sequía ha afectado los suelos y vegetación en zonas de NSW aumentando el polvo. Estas condiciones junto con fuertes vientos incrementan las posibilidades de que se forme una tormenta de polvo.
El oeste de Nueva Gales del Sur experimentó una serie de tormentas de polvo este año y durante algunos de estos episodios la visibilidad se redujo a menos de 500 metros.
Pero lo que podría diferenciar esas tormentas con la que se pronostica para esta semana es la fuerza de los vientos.
Golding dijo que si la atmósfera evolucionaba en la forma en que los modelos de computadora sugerían, la tormenta podría generar condiciones parecidas al evento de 2009 en Sydney.
Cómo estar preparado en caso de una tormenta de polvo
Un portavoz de Queensland Health dijo a laque las personas con problemas respiratorios deben permanecer en el interior con las ventanas y puertas cerradas y evitar el ejercicio intenso.
"Si experimenta alguna reacción adversa al polvo, como dificultad para respirar, tos prolongada o sibilancias, consulte a un médico", recomendó.
Puedes encontrar más información sobre cómo evitar o reducir el impacto de una tormenta de polvo en el
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