Ela: La enfermera española que regala sonrisas a sus pacientes vulnerables para mitigar el miedo ante el coronavirus

En el marco de la pandemia del COVID-19, los pacientes vulnerables que necesitan de tratamientos como quimioterapias o diálisis tienen que seguir yendo a los hospitales a pesar del riesgo de ser contagiados. La enfermera Ela de Santiago, quién trabaja en uno de los hospitales más grandes de Madrid, intenta apaciguar los miedos de sus pacientes de la sección de hematología con una sonrisa.

Ela de Santiago la enfermera que arranca sonrisas

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España, uno de los países más golpeados del mundo por la pandemia de COVID-19, ha tenido que ingeniárselas para lidiar con la avalancha de pacientes contagiados de coronavirus.

Desde que estalló la crisis en este país, el personal sanitario se deja la piel para atender a los más de 169.000 casos que han aparecido. Esto, en el marco de un sistema sanitario debilitado tras las políticas de austeridad impuestas por el gobierno tras la crisis financiera de 2008.

Según cuenta a SBS Spanish Ela de Santiago, una enfermera que trabaja en uo en los principales hospitales de Madrid, el cansancio del personal es palpable.

“Cuando voy a los vestuarios veo a mis compañeras con los ojos rojos. La gente está muy en tensión, con los nervios a flor de piel. Aunque intentas dar a los pacientes mucha tranquilidad”.

Ela, quien trabaja en la sección de hematología tratando a pacientes con enfermedades como la leucemia o con linfomas, cuenta que todos tratan de actuar "como siempre".

“Te ríes con ellos (los pacientes). Intentas mantener el ambiente normal porque ya de por sí vienen más asustados de lo que venían antes”, relata Ela.

“La gente cada vez está más cansada porque va tirando y tirando y a la gente le afecta más porque a lo mejor hay gente que fallece, sus familiares o amigos”, añade.

España, desbordada tiene cifras récord

España, país con la mayor tasa de mortalidad del mundo por la pandemia (con más de 14,500 decesos para la fecha de publicación), además de tener el mayor porcentaje de sanitarios infectados por coronavirus, tuvo que habilitar espacios adicionales para atender el flujo de pacientes. Los hospitales de día que dan atención ambulatoria a pacientes vulnerables se han visto obligados a unirse también a la lucha contra la pandemia.

Algunos hospitales que brindan servicios de oncología, hematología y otras especiadedes, se han convertido en centros para atender a pacientes infectados de coronavirus, lo que ha puesto mayor presión en el personal sanitario y en los pacientes, que ya de por sí son vulnerables por sus propias enfermedades.

Este es el caso del hospital donde trabaja Ela, donde el personal trata de mantener separados los pacientes de día, inmunodeprimidos, con los infectados con coronavirus.

“Se ha creado una especie de minihospital dentro de nuestro hospital de día, para no mezclar uno con otros”.

“A pesar de que es una zona que se intenta mantener sin contacto con el coronavirus, es imposible”, lamenta la enfermera.

"Hemos dejado dos consultas, con un médico y una enfermera que se visten con las EPIS (trajes especiales de protección) y les atienden”, explica Ela.

A pesar de que tanto ella como sus compañeras tienen la suerte de poder contar con suficientes mascarillas de protección, Ela cuenta que los celadores no las tienen, a pesar de que al trasladar las camillas se exponen a resultar infectados.

“A veces vienen con sus uniformes tal cual y nosotros le tenemos que dar una mascarilla, una bata u otros medios porque tienen que ir en el ascensor con este tipo de pacientes y no les dan EPIS. Muchos de ellos llevan máscaras caseras y van así, y es una pena que no haya para todo el personal”, lamenta.
Ela de Santiago, enfermera española
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La protección es clave para el personal sanitario, quienes sufren la presión de evitar contagiar a sus pacientes, a sus colegas y a las personas con las que comparten su vivienda.

Si bien se han habilitado hoteles para el personal sanitario que vive junto a personas vulnerables, la mayoría opta por retornar a casa, con los suyos.

Ela cuenta que al principio, muchos de ellos usaban mascarillas dentro del hogar, pero ya han ido abandonando este hábito, ya que resultaba muy incómido para todo el día con la cara cubierta.

Sin embargo, han consolidando otros hábitos para proteger del contagio a sus seres queridos, como es el dejar el bolso y los zapatos en la entrada, lavarse y ducharse inmediatamente y poner la ropa en la lavadora, además de evitar compartir el espacio por mucho tiempo con sus familiares o compañeros de piso o casa.

“Es estresante ... pero ya lo hacemos como rutina”, señala Ela.

Un rayo de esperanza

Tras un repunte el domingo, el ministerio español de Sanidad reportó el lunes un nuevo retroceso en su balance diario de fallecimientos, con 517 muertes.

Las autoridades sanitarias han señalado que el pico de la epidemia quedó atrás, después de que se llegaran a registrar 950 muertes diarias el 2 de abril.

Una herramienta clave en los próximos días serán los tests serológicos, exámenes que, sobre una muestra representativa inicial de 60.000 personas, permitirán saber en pocas semanas qué porcentaje de la población española ha pasado ya la enfermedad y ha desarrollado anticuerpos.

“Parece que ya hay un poquito de rayo de luz porque los contagios parecen que están bajando un poco, y eso también anima y hace pensar que ya estamos a bajar. Es una inyección de ánimo”, dice Ela, esperanzada.

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Published 14 April 2020 9:58am
Updated 12 August 2022 3:19pm
By Claudianna Blanco, R.O.

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