Uno de los grupos de presión empresarial más importantes del país y el Consejo Australiano de Sindicatos (ACTU) han encontrado un terreno común inédito y han instado al gobierno de Turnbull a que mantenga la admisión anual de inmigrantes permanentes a Australia en 190.000.
Este documento sin precedentes, publicado hoy en el periódico The Australian, advierte que recortar la tasa de migración anual dañaría la economía y el tejido social del país.
Esta iniciativa llega tras conocerse las opiniones discordantes dentro de la Coalición sobre si se debería reducir el límite actual de 190.000 visas permanentes.
El ex primer ministro Tony Abbott ha pedido un recorte de más de 110.000 puestos, mientras que el ministro de Asuntos Internos, Peter Dutton, dijo que había "buscado diferentes opciones" pero negó las informaciones de que él hubiera instado al gabinete a respaldar una reducción de 20.000 personas.
"Este histórico pacto nacional une a la sociedad civil, las empresas y a nuestro movimiento sindical en un compromiso tripartito compartido que considera la migración como parte del futuro de Australia", dice el documento.
"Afirmamos que el programa de migración permanente de Australia es esencial para la sociedad australiana y para nuestra economía, y no respaldamos ninguna reducción del plan".
Los co-firmantes incluyen poderosos grupos de presión de la industria como el grupo de representantes de la industria (Australian Industry Group) y el Consejo de empresarios (Business Council), además del Consejo para la migración (Migration Council).
Los informes anuales de inmigración muestran que Australia ha aceptado cerca de 190.000 inmigrantes permanentes cada año desde 2011.
Casi todos los años se alcanza el tope, pero en el año fiscal 2016-17 más reciente, el número bajó a 183.000. El gobierno no tiene obligación de llenar la cuota.
Dutton dijo que las estadísticas finales para el año 2017-18 estarán disponibles en los próximos meses y sugirió que el número volvería a ser "algo menos de 190.000".
El ACTU, mientras tanto, está haciendo campaña a favor de reglas más estrictas para limitar el número de empleos destinados a trabajadores migrantes temporales, advirtiendo contra un sistema de trabajadores "invitados" donde los trabajadores de bajos ingresos del extranjero podrían ser fácilmente explotados.
El grupo sindical quiere reglas más estrictas para el funcionamiento del mercado laboral, por lo que los empleadores deben demostrar que anunciaron recientemente el trabajo en Australia antes de decirle al gobierno que necesitaban llenar una escasez de especializaciones con un trabajador extranjero.
También quiere una prohibición de los anuncios de trabajo que se dirigen específicamente a trabajadores extranjeros o a un flujo de visas en particular.
Visas 457
El año pasado, el gobierno de Turnbull redujo drásticamente su lista de ocupaciones elegibles en una importante reforma a la controvertida visa 457.
Cientos de trabajos -incluidos peluqueros, gerentes financieros, directores ejecutivos, profesionales de relaciones públicas, maestros de escuela primaria y dentistas- pasaron a una lista que ya no tenía acceso a la residencia permanente, lo que significa que no podrían establecerse en Australia.
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El ACTU ahora se hace eco de las preocupaciones del Consejo de Migración de que las reformas de la visa 457 pueden crear un sistema de "trabajador invitado" en Australia, que tradicionalmente viene ejecutando el programa de migración de trabajadores calificados que terminan como residentes permanentes.
"El programa de migración de Australia debe, como lo hizo anteriormente, favorecer la migración permanente, para que la gente pueda venir a Australia con su familia y construirse una vida, con los mismos derechos que todos merecemos", dijo la secretaria de ACTU, Sally McManus.
El tope de 190.000 en migración permanente cada año no cuenta toda la historia de la inmigración australiana.
Las estadísticas de "migración neta de ultramar" del país, conocidas como la NOM, rastrean los flujos de personas dentro y fuera del país.
Incluye a quienes ingresan al país con visas temporales, incluidas visas temporales de trabajo, estudiantes y de turismo. También incluye a australianos que abandonan el país o vuelven a casa después de un tiempo en el extranjero.
El departamento de Interior estima que 511.900 personas habrán llegado a Australia a fines de este año fiscal en junio de 2018.
Restando a las 286.200 personas que se van, Australia debería quedarse con una migración "neta" de 225.700 personas.
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