Evo Morales promete volver a Bolivia, en donde dan ultimátum para que dimita Áñez

Más de una veintena de personas han muerto en casi un mes de manifestaciones en Bolivia, en donde el nuevo gobierno interino autorizó a los militares a controlar el orden público a la vez que le exime de responsabilidades penales. Desde México, Evo Morales, quien se reconoce como presidente, promete volver a su país en “cualquier momento”.

Crisis boliviana

Natacha Pisarenko Credit: AP Source: AP Source: AP

El clima de tensión  en Bolivia sigue provocando muertos. En un mes de protestas se han producido 23 muertes, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, siglas en inglés), aunque el gobierno de Jeanine Añez reconoce solamente cinco.

Además con las protestas indígenas, muchas rutas han sido cortadas y comienza a sentirse el desabastecimiento de combustibles en varias ciudades. El gobierno de Áñez ha enviado 35 toneladas de carne a la Paz y prometió otras 25 toneladas de pollo para la capital.
La crisis sigue ardiendo en este país andino en donde grupos campesinos afines al exmandatario Evo Morales le daban un plazo de 48 horas a la presidenta provisoria para dimitir. Seis sindicatos cocaleros del Chapare, que es el feudo de Morales, exigieron el sábado por la noche “la renuncia de la autoproclamada presidenta de facto Jeanine Áñez en un plazo de 24 horas”.
En los pocos días que lleva en su presidencia interina, Áñez ya cambió a todo el alto mando militar policía, juró a su gabinete y anunció que renovará a las autoridades electorales de Bolivia para dar paso a "elecciones justas y transparentes", después de la crisis que detonó la renuncia de Morales tras señalarse que los comicios en los que ganó el primer presidente indígena del país andino fueron fraudulentas.

 

El domingo, Áñez aseguró que "muy pronto" anunciará al país de la convocatoria a elecciones "transparentes".

"Muy pronto daremos noticias sobre nuestro principal mandato: la convocatoria a elecciones transparentes", dijo Áñez en un discurso en el palacio de gobierno en La Paz.

La mandataria interina no abundó en el asunto, pero dijo que el anuncio buscará la "recuperación de la credibilidad democrática de nuestro país".

Los muertos de la crisis

El Alto, la principal ciudad indígena del país, es escenario del malestar. En contraste barrios acomodados de La Paz, donde abunda la clase media y que no se identifican con los aimaras, el rechazo a Morales está presente.

Cochabamba, la tercera ciudad en importancia de Bolivia después de La Paz y Santa Cruz, también se ha convertido en el foco del conflicto en Bolivia. Allí los campesinos chocaron el viernes  con el Ejército y la Policía con un saldo de nueve muertos.

Pero el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, defendió el decreto asegurando que "de ninguna manera se transforma en una licencia para matar" y más bien se trata de “¡un elemento disuasivo” .
En plena crisis, el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, ha deslizado la idea de que los propios cocaleros se disparan entre sí para generar víctimas, pues al menos un muerto "aparece con un tiro en la nuca".

También ha dicho que la intensidad de los conflictos ha bajado en un 50 por ciento.

En contraste, Thomas Becker, abogado estadounidense de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de Harvard, dijo que estuvo en la morgue de la ciudad de Sacaba, donde murieron los nueve cocaleros: "Todos los muertos son con impacto de bala".

"Todos con quien he hablado dijeron que [en las manifestaciones] no había ninguna persona civil con un arma", dijo Becker por teléfono a la AFP, señalando que entrevistó a 50 personas en esa ciudad.

Evo Morales volverá

Por su lado, Evo Morales, quien exige que se demuestre que hubo fraude electoral, dijo a la BBC en México que en su país se ha instalado una "dictadura" y lo que sucede en su país “no solamente es un golpe cívico, político, policial sino también es militar”.

“Renuncio y al día siguiente muertos a bala de la policía y de las Fuerzas Armadas. Hasta ahora 10 muertos a bala. Esa es la dictadura”, aseguró Morales, quien acusó  a “la derecha, la policía, las Fuerzas Armadas y la OEA”, de haberlo sacado de su puesto.

Morales también defendió su llamado a resistir que hizo al pueblo boliviano, al recalcar que “en cualquier parte del mundo, frente a un golpe de Estado, todo el mundo va a resistir. Nosotros lo que queremos es que se pacifique y se resuelva mediante el diálogo”.

Respecto a lo sucedido en los últimos comicios, después de un referéndum en febrero pasado en el que el pueblo rechazó la posibilidad de modificar la Constitución para que pudiese ser elegido, Morales admitió irregularidades, aunque negó el fraude.

“Ahora, dentro de la auditoría interna, evidentemente me dijeron ha habido irregularidades, problemas, pero eso no demuestra que ha habido fraude”, señaló en una tensa conversación con el periodista la BBC.

¿Debió irse antes?

Morales se negó a responder a la BBC, medio que remarcó los logros macroeconómicos logrados por su gobierno, la pregunta de por qué no abandonó, en su momento el poder, por la puerta grande. Una pregunta, que según el periodista se hacen algunas personas de izquierda, que no mencionó, que simpatizan con su gestión.

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró que Morales, desaprovechó "muchas oportunidades" para concluir su mandato antes de renunciar en medio de manifestaciones.

"Tenía un inmenso legado político en función de haber sido el primer presidente indígena de Bolivia y por toda una construcción social que había trabajado. Y todo ese legado lo tira por la borda", desechando la oportunidad de "irse para la casa con la satisfacción del deber cumplido", dijo Almagro al diario mexicano Excélsior en una entrevista difundida el sábado.
“Si hubiera preparado a un sucesor y aceptado una transición del poder, lo hubieran considerado un Nelson Mandela de Sudamérica”, dijo, por su lado, Mark Goodale, profesor de antropología de la Universidad de Lausana en Suiza, quien sigue de cerca la situación de Bolivia.

“No solo habría sido considerado un buen dirigente para Bolivia, sino uno de los grandes líderes políticos de Latinoamérica”, agregó el académico a New York Times.

Pero Morales no cierra capítulos, Morales insiste en volver.

 “No tengo (fecha de regreso). Pero voy a volver allí en cualquier momento. Justamente para combatir a todos tus seguidores y a ti. Te voy a combatir desde Bolivia”, le dijo al periodista de la BBC.


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Published 18 November 2019 9:55am
Updated 18 November 2019 5:09pm
By R.O.

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