Un juez de Nueva Gales del Sur anuló la condena de Wilson por encubrir el abuso sexual infantil cometido por un sacerdote pedófilo en la región de Nueva Gales del Sur, supuestamente para proteger a la Iglesia Católica.
El juez del tribunal del distrito de Newcastle, Roy Ellis, confirmó este jueves la apelación de Wilson contra su condena y dijo que había dudas razonables de que el clérigo hubiera cometido el crimen de encubrimiento.
El juez Ellis dijo que la sospecha no era un sustituto de la prueba más allá de toda duda razonable.
A Wilson, de 68 años de edad, quien había cumplido cerca cuatro meses de detención domiciliaria en la casa de su hermana, se le permitió ver la sentencia del juez a través de un enlace de video desde un lugar remoto, para que no tuviera que enfrentar a los medios de comunicación.
El juez también desestimó la apelación del director de la Fiscalía Pública de Nueva Gales del Sur contra la indulgencia de la decisión del magistrado Robert Stone de que Wilson debería cumplir 12 meses de detención domiciliaria.
La acusación contra el ex arzobispo se basó en el hecho de que dos monaguillos le dijeron a Wilson en 1976 que habían sido abusados por el sacerdote pedófilo James Fletcher, pero el clérigo no hizo nada al respecto.
Wilson se vio obligado a renunciar como arzobispo de Adelaide, después de convertirse en el clérigo católico más importante del mundo en ser condenado. Source: AAP Image/Darren Pateman
Fletcher fue declarado culpable en 2004 de abusar sexualmente de otro niño y murió de un derrame cerebral en la cárcel a principios de 2006.
Uno de los dos monaguillos, Peter Creigh, soltó el llanto después de conocer la decisión del juez. Fuera de la corte se mostró muy molesto y se negó a dar declaraciones.
El sacerdote Wilson enfrentaba un máximo de dos años de cárcel cuando fue sentenciado pasado el 14 de agosto a pasar al menos seis meses en la casa de su hermana, antes de ser elegible para la libertad condicional.
Peter Creigh, víctima de abuso sexual, rompió en llanto al conocer la revocatoria de sentencia contra Wilson. Source: AAP
El prelado de la iglesia católica en Australia se vio obligado a renunciar como arzobispo de Adelaide en julio, después de convertirse en el clérigo católico más importante del mundo en ser condenado por encubrir el abuso sexual infantil.
El magistrado que encontró a Wilson culpable rechazó afirmaciones de que el clérigo, que sufre las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, no pudo recordar a los dos monaguillos que le contaron sobre el abuso en 1976.
La defensa alegó que Wilson no era culpable porque el caso era circunstancial y no había evidencia que probara más allá de una duda razonable que al clérigo cuando le informaron sobre el abuso, creyera que era cierto o recordara que se lo habían dicho.
Durante la apelación de dos días de Wilson la semana pasada, la fiscal Helen Roberts instó al juez Ellis a considerar cómo el magistrado tuvo la ventaja de ver a Wilson y a Creigh, el testigo principal, durante el juicio, y planteó dudas sobre la credibilidad del clérigo antes de encontrarlo culpable.
El magistrado Robert Stone concluyó que el monguillo Creigh había sido un testigo genuino y verdadero que no tenía motivos para inventar la conversación que dijo que había tenido con Wilson en 1976.
Pero el juez Ellis declaró repetidamente durante la apelación que Wilson era un hombre inteligente y articulado que parecía estar haciendo todo lo posible para responder las preguntas que se le hicieron durante el juicio.
Dijo que no estaba atado a la conclusión del magistrado de que muchas de las respuestas de Wilson eran "disimuladas e inventadas".
Pero cuando condenó a Wilson a detención domiciliaria, el magistrado Stone dijo que el clérigo no había mostrado ningún arrepentimiento o contrición por el encubrimiento y que su principal motivo era proteger a la Iglesia Católica.
En una declaración el jueves, el ex arzobispo Philip Wilson dijo: "Tomamos nota del resultado de la sentencia dictada hoy por el juez Roy Ellis en el Tribunal de Distrito de Newcastle y acogemos con satisfacción la conclusión de un proceso que ha sido largo y doloroso para todos los involucrados. Necesito considerar las ramificaciones de este resultado ".
Wilson agregó que los sobrevivientes de abuso sexual infantil y sus familias estaban en sus "pensamientos y oraciones".
También hizo hincapié en que la Arquidiócesis seguía comprometida a proporcionar los entornos más seguros posibles para los niños y las personas vulnerables a su cuidado.
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