Una de las primeras cosas que Joe Biden dice que empezará a hacer en su primer día como presidente de los Estados Unidos es abordar el cambio climático.
Biden prometió, cuando era candidato presidencial, a volver a unirse al acuerdo climático de París y firmar una serie de órdenes ejecutivas para poner a su país en el camino de lograr una "economía de energía limpia" al 100%, así como comprometerse a tener emisiones netas cero en tres décadas.
El cambio climático pasará a formar parte de su política exterior y el presidente entrante dice que convencerá a los principales países emisores de carbono para que se unan a él en la aplicación de objetivos más audaces. No temerá "ponerse a la altura de cualquier líder mundial sobre lo que debe hacerse", incluido el de Australia.
Puntos destacados:
- El presidente estadounidense, Joe Biden, se centrará en la política climática como parte de su política exterior y doméstica, lo que supondrá una mayor presión sobre Australia.
- El primer ministro Scott Morrison se ha negado a comprometerse con un objetivo de emisiones netas de carbono cero para 2050, diciendo que está más interesado en invertir en tecnologías para reducir las emisiones.
- El profesor Christoff dice que las políticas climáticas de Biden empujarán a Australia mucho más hacia el campo del "rezagado visible".
El nuevo asesor de seguridad nacional de. Biden, Jake Sullivan, ha dicho que el nuevo presidente presionará a los aliados de América en la acción climática.
"Pedirá a países responsables (de las grandes emisiones contaminantes) como China a hacer más, pero también va a presionar a nuestros amigos para que hagan más también y se adelanten y cumplan con sus responsabilidades", dijo al Instituto Lowy antes de las elecciones de EE.UU.
Pero Michael Fullilove, director ejecutivo del Instituto Lowy, considera que el cambio climático podría ser un punto de fricción en la relación entre el gobierno de Scott Morrison y la administración Biden.
"Biden estaría presionando a los amigos de Estados Unidos como Australia para que hagan más en materia de cambio climático, por lo que no queremos parecer recalcitrantes", dijo Fullilove.
Australia, uno de los mayores emisores per cápita, podría estar incumpliendo el acuerdo de París al no proponer un nuevo objetivo de cinco años, según el profesor Peter Christoff, un politólogo que se centra en el cambio climático.
"Australia ya es un poco atípico - no está actualizando sus objetivos, lo cual es requerido por el Acuerdo de París, y los anuncios que han sido hechos por el primer ministro Morrison indican que no nos acercamos respecto a las propuestas a futuro que se requieren bajo el Acuerdo de París", dijo a SBS News.
"Si los EE.UU. comienza a moverse muy rápido – recordando que los EE.UU. es uno de los dos mayores emisores junto a China- y Pekín ya ha prometido pasar de cero emisiones netas para el 2060 – entonces eso hará que Australia esté mucho más expuesta de lo que está actualmente”, señaló.
El profesor Christoff dice que las políticas climáticas de Biden empujarán a Australia mucho más hacia el campo del "rezagado visible".
"Australia se ha refugiado detrás de los EE.UU. durante muchos años, pero ahora la era Trump ha terminado.
"Biden va a empujar a América muy, muy duro para afectar una transformación limpia y verde, que será respetuosa con el clima."
Los expertos creen que si Biden impone "cuotas de ajuste de carbono" a los productos vinculados a una intensa emisión de carbono provenientes de países se considera que no cumplen con sus obligaciones climáticas tendría un gran impacto en Australia.
Esto se podría traducir en aranceles más elevados para las empresas australianas que exportan a los EE.UU, de acuerdo el profesor Christoff.
Unas de cal y otras de arena: Juntos frente a China
Pero mientras que Australia podría encontrarse en una posición incómoda con los EE.UU. en cuanto al clima, puede ser lo contrario cuando se trata de China.
La relación de Australia con Pekín se ha deteriorado rápidamente desde que Camberra pidió una investigación independiente sobre los orígenes de COVID-19, que los analistas y sectores empresariales creen que derivó en sanciones comerciales a productos como la cebada, el vino y otros productos australianos.
Asimismo, la tensión diplomática se elevó después de que un alto funcionario chino acusó a Australia en un tuit de hipocresía en materia de derechos humanos , al mostrar una imagen de un soldado australiano degollando a un niño afgano.
Jason Aravanis, analista de la industria de IBISWorld Australia, dice queen énfasis que pone Biden en las alianzas beneficiará a Australia.
"Probablemente verán a China ser más cautelosa al avanzar, y ser conscientes de que si presionan demasiado, es probable que también experimenten un retroceso por parte de los Estados Unidos", dijo.
Por su lado, Fullilove, del Instituto Lowy, opina que Morrison debería reunirse con Biden lo antes posible y vencer a otras naciones que se disputan la influencia y el acceso para dar forma a la política estadounidense.
"El mundo entero se está apresurando para hacer amigos con la nueva administración, por lo que tenemos que ser muy firmes", dijo.
John Lee, investigador principal del Centro de Estudios de Estados Unidos de la Universidad de Sídney, cree que Camberra debería sugerir "enfoques institucionales para cambiar el comportamiento de los chinos o castigar a Beijing".
"Bajo el mandato de Biden, el actual Gobierno australiano debe estar tan desesperado como lo estaba el Gobierno de Malcolm Turnbull en 2017 en su empeño por sentar las bases para el acceso y la influencia en Washington antes de que otros países intenten hacer lo mismo", escribió en reciente documento.
"Hemos vivido un período muy anormal en el que se ha tenido a alguien completamente inadecuado para el trabajo", señaló al académico al acotar que: "Joe Biden no es un santo pero no es Donald Trump, así que vamos a ver una presidencia mucho más ortodoxa."
