Uno de cada tres empleados del Parlamento australiano dice haber experimentado acoso sexual

Una de cada tres personas que trabajan en el Parlamento australiano ha experimentado algún tipo de acoso sexual durante su jornada laboral, según una investigación sobre la cultura en los sitios de trabajo, impulsada por las acusaciones de violación de Brittany Higgins.

Prime Minister Scott Morrison and Sex Discrimination Commissioner Kate Jenkins at an International Women's Day Parliamentary Breakfast on February 25, 2021.

Prime Minister Scott Morrison and Sex Discrimination Commissioner Kate Jenkins at an International Women's Day Parliamentary Breakfast on February 25, 2021. Source: AAP

Este artículo explora temas relacionados a las violaciones y agresiones sexuales.

El informe de la investigación, realizado por la comisionada contra la discriminación sexual, Kate Jenkins y presentado el martes, encontró que más de la mitad de todo el personal que trabaja en el parlamento federal ha sufrido algún tipo de acoso sexual mientras desempeñaba sus tareas diarias.


Puntos destacados:

  • La revisión encontró que el 51 por ciento de los trabajadores experimentaron al menos un incidente de intimidación, acoso o agresión sexual real o intencional.
  • El informe ofreció una serie de recomendaciones, entre las cuales figura crear objetivos para lograr la paridad de género entre el personal parlamentario.
  • Morrison dijo que las estadísticas eran "espantosas"

El informe destaca incidentes de intimidación, acoso o agresión sexuales real o intencional en el sitio laboral.

El primer ministro Scott Morrison presentó el informe en el parlamento y agradeció a todas las personas que contribuyeron al proceso de revisión, incluida Brittany Higgins.

"Su voz ha representado a muchas personas, como refleja este informe", dijo.
El objetivo de la revisión es asegurar que existe seguridad personal y respeto en los sitios de trabajo parlamentarios, un objetivo que según Jenkins todavía no se ha cumplido.

"Siendo uno de los lugares de trabajo más prominentes del país, debería establecer un estándar para que los demás lo sigan y ser un sitio laboral que genere orgullo entre los australianos", dijo Jenkins a los periodistas.

El informe de Jenkins pone en relieve la profundidad del problema dentro del Parlamento.

"Hemos escuchado como el desequilibrio del poder y el mal uso del poder impulsan la intimidación, el acoso y la agresión sexual".
El informe formuló una serie de recomendaciones, entre ellas, un llamado para que se reconozca ante el parlamento la "intimidación, el acoso y la agresión sexual en los sitios de trabajo del Parlamento de la Commonwealth” y una declaración de compromiso colectivo para “actuar ante denuncias y asumir responsabilidad de los abusos".

También recomienda impulsar la paridad de género para cambiar la cultura del lugar de trabajo, crear un nuevo código de conducta para los parlamentarios y su personal, y crear una Comisión de Normas Parlamentarias Independientes para que las normas sean respetadas.
Todos compartimos los problemas revelados en este informe, pero todos compartimos la habilidad de implementar las soluciones, declaró Morrison.
Los hallazgos del informe fueron formulados sobre la base de denuncias contra el entorno laboral del Parlamento, considerado inseguro debido a "la desigualdad y la exclusión de género y la falta de responsabilidad".

"Tales experiencias dejan graves secuelas en las personas y socavan el desempeño de nuestro parlamento, en detrimento de nuestro país”, dice el informe.

El primer ministro Scott Morrison se dirigió a los periodistas en Canberra el martes después de la publicación del informe, diciendo que estaba comprometido a actuar acorde con las recomendaciones del reporte.

"Todos compartimos los problemas revelados en este informe, pero todos compartimos la habilidad de implementar las soluciones", declaró Morrison.

Las conclusiones del informe

El informe investigó las preocupaciones del personal entorno a la intimidación y el acoso sexual y las denuncias de agresión sexual de trabajadores en el Parlamento australiano.

1.723 personas, en su mayoría mujeres, contribuyeron a la revisión que involucró casi 500 entrevistas con políticos y empleados actuales y antiguos.

"Muchas personas compartieron experiencias angustiantes de acoso sexual y agresión sexual", dijo Jenkins.

"Dijeron que nunca había nadie con quien compartir estos incidentes".

Más de la mitad (51%) de todas las personas que participaron en la revisión experimentaron al menos un incidente de intimidación, acoso sexual o agresión sexual real o intencional.

Entre las mujeres que sufren acoso sexual en el sitio laboral la tasa fue más alta (40 por ciento) en comparación con los hombres (26 por ciento).

Sólo el 11% de las personas afectadas, es decir, una de cada diez, denunció su experiencia de acoso sexual.
La mala conducta a menudo se trata como un problema político en lugar de un problema que afecta a las personas, dijo Jenkins.
El 40 por ciento de las personas que no presentaron una queja dijeron que no actuaron porque pensaban que era imposible cambiar la situación o que no se haría nada al respecto.

El 63% del personal femenino entrevistado dijo haber experimentado acoso sexual en el Parlamento, comparado con el 24% de los hombres empleados por la entidad.

Preocupaciones sobre la dinámica del poder

El informe también identificó que el 37 por ciento de las personas que actualmente trabajan en el Parlamento habían experimentado algún tipo de intimidación.

Una vez más, las mujeres experimentaron acoso o bullying a una tasa más alta (42 por ciento), en comparación con los hombres (32 por ciento).

El informe indicó que las personas que intimidaban o acosaban sexualmente a las personas en los lugares de trabajo del parlamento ocupaban predominantemente una posición más poderosa que la persona que experimentaba el abuso.

La revisión también escuchó "de manera abrumadora" que rara vez se ven consecuencias como resultado de presentar una queja sobre conductas de intimidación, acoso sexual o agresión sexual para la persona que perpetra la ofensa.

"La mala conducta a menudo se trata como un problema político en lugar de un problema que afecta a las personas", dijo Jenkins.

"Como resultado, escuchamos que las personas a menudo son castigadas por denunciar las malas conductas, mientras que otras son protegidas, recompensadas o incluso promovidas a puestos superiores ".

El informe también encontró que los grupos marginados habían experimentado "mayor vulnerabilidad ante la mala conducta", y habían tenido experiencias específicas de "discriminación, intimidación, acoso sexual y agresión sexual".

Algunos participantes dijeron a la comisión que su identidad como persona de los Pueblos Originarios, persona cultural y lingüísticamente diversa (CALD), persona de la comunidad LGBTIQ+ o persona con una discapacidad, habían causado su exclusión o causado que sean vistos solo a través del lente de su identidad.

Morrison dijo que el "desequilibrio de poder, el desequilibrio de género (y) el hecho de que no se asume responsabilidad por el comportamiento" identificado en la cultura laboral del Parlamento, eran realidades inaceptables.

"Quiero enfatizar que solo porque este (el Parlamento) es un entorno con muchos desafíos y exigencias ... esto no es excusa alguna para normalizar comportamientos inapropiados, insalubres y poco profesionales", dijo.

Normas poco claras e inconsistentes

La comisión escuchó que las normas de comportamiento que se esperan sean observadas en todos los sitios laborales, no existían en los lugares de trabajo del Parlamento o eran "poco claras y se aplicaban de manera inconsistente".

"Esto lleva a la confusión sobre los estándares que se aplican y a la mala conducta que se tolera", señala el informe.

Muchas de las personas encuestadas revelaron que los propios líderes de sus departamentos eran responsables de la "intimidación, acoso sexual y agresión sexual" y que sus respuestas ante las malas conductas de los demás eran inadecuadas.

El impacto de la llamada "cultura del miedo" también se planteó repetidamente, especialmente en relación a la seguridad laboral y la “militarización" de la información.

"La inseguridad en los sitios de trabajo genera un efecto escalofriante en las personas que hablan sobre la intimidación, el acoso sexual y la agresión sexual", dijo el informe.
El informe también señaló que, en algunas situaciones, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y los límites borrosos de consumir alcohol, creaban entornos que facilitaban el acoso sexual o agresión sexual.

Morrison dijo que había solicitado al Ministro de Finanzas Simon Birmingham y al Ministro Especial de Estado Ben Morton que consultaran con otras partes sobre el progreso de una respuesta a la revisión.

Como prueba de que el gobierno está tomando medidas para mejorar la situación, Morrison mencionó que el gobierno implementaría un mecanismo independiente de quejas, un servicio parlamentario de apoyo en el lugar de trabajo las 24 horas y talleres de capacitación en el lugar de trabajo.

Morrison también agradeció a Brittany Higgins, cuya presunta violación en el parlamento catalizó la revisión.

"Le agradezco por ponerse de pie y hablar", dijo.

"Su voz ha sido escuchada".

Si usted o alguien que conoce se ve afectado por una agresión sexual, llame al 1800 737 732 o visite En caso de emergencia, llame al 000.

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Published 1 December 2021 10:59am
Updated 1 December 2021 11:45am
By Tom Stayner
Presented by Marcia De Los Santos
Source: SBS News


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