Australia sería segundo país del mundo con más muertes per cápita en residencias de ancianos por COVID-19

A resident is taken away in an ambulance from Epping Gardens Aged Care Facility.

A resident is taken away in an ambulance from Epping Gardens Aged Care Facility. Source: AAP

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Un testigo experto de la Comisión Real de Cuidados de Ancianos ha dicho que la situación es “desastrosa”. Denuncias de cuidadoras de estos centros en Victoria y NSW confirman el precario estado de estos lugares en todo el país.


Hoy el estado de Victoria anunció 21 nuevas muertes por coronavirus. 16 de estas víctimas se encontraban residiendo en centros de cuidados de la tercera edad al momento de su contagio y deceso.

El número de víctimas reportados este miércoles es el más alto en Australia desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, este no es el único dato escalofriante que se desprende de la información reportada por las autoridades, pues las cifras de muertes en centros de ancianos siguen creciendo y sumando más víctimas. Lo que eleva las críticas sobre el manejo y supervisión de esos centros.

La Comisión Real de Cuidados de Ancianos, establecida el 8 de octubre de 2018, se encuentra escuchando los testimonios de diferentes testigos y expertos. En ese contexto, y refiriéndose principalmente al período de la pandemia y sus efectos en estos centros, uno de estos testigos expertos, el profesor Joseph Ibrahim, ha dicho que los residentes “han sido tratados como ciudadanos de segunda clase”.


Puntos destacados:

  • Hoy Victoria anunció 21 muertes por COVID. 16 de estas están relacionadas con centros de cuidado de ancianos.
  • La Comisión Real de Cuidado de Ancianos en estos momentos está investigando la respuesta a la pandemia de coronavirus en los centros de cuidado de ancianos.
  • Una enfermera de estos centros denuncia que trabajan con un solo termómetro para un elevado número de residentes. 

"No creía que fuéramos a caer más bajo tras los hallazgos de la Comisión Real del año pasado y sin embargo lo hemos hecho", dijo Ibrahim, quien dirige la Unidad de Derecho Sanitario y Envejecimiento de la Universidad de Monash.

“En mi opinión, cientos de residentes mueren y morirán prematuramente, porque la gente no ha actuado”, agregó.

Una de las críticas del académico apuntaba a la gestión de los mismos infectados en estas casas de cuidados, pues señaló que era incorrecto dejar a los residentes positivos por coronavirus en los mismos centros en donde se habían contagiado.
Hay una ausencia de responsabilidad y no hay consecuencias por no entregar una buena atención en el cuidado de ancianos.
Ibrahim juzgó responsable a la entidad reguladora de la atención a las personas ancianas por la evaluación que realizaron sobre la preparación de estos hogares para enfrentar la contingencia sanitaria.

Señaló, por ejemplo, que no se podía confiar en los resultados de una encuesta de autoevaluación realizada por la Comisión de Calidad y Seguridad de los Cuidados de Ancianos.

Cerca de 2.300 hogares de ancianos respondieron a la encuesta y casi todos dijeron que su preparación para un brote de COVID-19 era satisfactoria o que contaban con las mejores prácticas.
Ibrahim juzgó la capacidad de estas entidades para autoevaluarse, porque las personas “se evalúan como fabulosos o no saben los suficiente sobre sus propios problemas como para reconocer que tiene lagunas”, dijo el profesor.

En este sentido, también fue sumamente crítico con los centros de ancianos que, según su opinión, no habrían sido sinceros con los organismos reguladores.

La Comisión Real de Cuidado de Ancianos presentó un informe provisional el 31 de octubre de 2019 y deben presentar un informe final antes del 26 de febrero de 2021, en el que se incluirá su evaluación de estos centros en la gestión de la pandemia.
Royal Commission for Aged Care Quality and Safety sign
The Aged Care Royal Commission is examining homes where residents died of COVID-19. (AAP) Source: AAP
La experiencia de una cuidadora de ancianos en Nueva Gales del Sur

Australia registra 352 muertes por COVID-19 hasta este miércoles 12 de agosto. Según los datos que se han podido recabar hasta ahora, cerca del 70 por ciento de las víctimas faltas que lamenta el país han ocurrido en centros de cuidado de la tercera edad.

Estos datos parciales convertirían a Australia en uno de los países con más muertes por coronavirus en residencias de ancianos en el mundo. Un récord que entristece a todo el país.

SBS Spanish ha seguido el caso de una enfermera que trabaja en una residencia de ancianos de Sídney y que en marzo denunció a este medio de comunicación la falta de equipo de protección para los trabajadores que se desempeñan en esta fundamental labor.
Australian federal government has announced $563 million boosts to the aged care sector
The Australian Human Rights Commission is urging Australians to stop, pause, and really tune in to what the senior community is saying. Source: AAP Image/Isabel Infantes
“María”, nombre ficticio de esta enfermera, lamentó al inicio de la pandemia la desprotección de enfermeras, cuidadoras, cocineras y personal de limpieza de su centro de cuidado de ancianos y también en otros del país.

“No tenemos mascarillas. Deberíamos usar porque los residentes no solo tienen patologías, sino que están entrando y saliendo de los hospitales. Tenemos que protegernos nosotros y tenemos que protegerlos a ellos”, denunció la enfermera en marzo.

“María” pidió en esa oportunidad al gobierno que las enfermeras de residencias de ancianos fueran tratadas como las enfermeras de hospitales y contaran con la misma protección, pues considera que su trabajo es tan importante como el de ellas.

Nuevamente SBS Spanish contactó con la enfermera de centros de ancianos para preguntarle por la evolución de la situación en su centro de trabajo. “María” dijo que todavía falta por mejorar, sin embargo, cree que la situación es distinta, pues ahora cuentan con un equipo de protección adecuado.

“Estamos trabajando con mascarillas, solamente podemos sacárnosla en nuestro break y las cambiamos cada tres horas”, señala “María”.

La enfermera señala que la llegada de equipos de protección sucede gracias a la acción del gobierno y no de su propio centro de cuidado de ancianos.

Por otra parte comenta que en su trabajo se están tomando otras medidas de protección, como confinar a los ancianos por 14 días luego de una visita al hospital o exigir al personal de trabajo que no se empleen en más de un centro, para evitar así los contagios entre residencias de ancianos.

Cuando se le pregunta a “María” si tiene algo más que señalar o denunciar, ella dice que cree que aún se les debería proveer de más equipos de seguridad.
En mi piso hay 40 residentes. A cada uno de ellos le tomamos la temperatura tres veces al día, pero tenemos un solo termómetro para tres pisos.
Testimonios como el de esta enfermera cuidadora de ancianos de un centro de Sídney parecen confirmar las críticas que han vertido diferentes expertos, entre ellos el profesor Joseph Ibrahim, quien ante la Comisión Real de Cuidado de Ancianos señaló que no se ha realizado una buena labor al dispensar el cuidado que se merecen todos nuestros ancianos.

Escucha la entrevista presionando en la imagen de arriba.

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