El brote de COVID-19 en las Playas del Norte o Northern Beaches de Sídney , con 250.000 habitantes, amenaza con propagarse a varios puntos de esta ciudad de unos 5,3 millones de habitantes, lo que ha puesto en guardia al reto de estados y territorios de Australia.
El domingo, las autoridades de Nueva Gales del Sur anunciaron 30 nuevos casos, de los cuales 28 se han vinculado directamente al foco de las Northern Beaches, con lo que acumula unos 70.
El argentino australiano Loeby Lovato, quien reside en un barrio de las Playas del Norte comentó a SBS Spanish que los residentes de la zona creían que vivían en una especie de “burbuja” exclusiva o “paraíso” y generalmente tienen una actitud más relajada frente a lo que pasaba en el resto de Australia.
Puntos destacados:
- La orden de encierro significa que los residentes sólo pueden salir de casa por motivos de trabajo, cuidado, ejercicio y para comprar comida u otros artículos de primera necesidad.
- Las playas, los bares y los hoteles cerrarán sus puertas y solo se permitirán los desplazamientos urgentes y necesarios. Los lugares de culto cerraron sus puertas antes del anuncio del confinamiento.
- La violación de las órdenes de confinamiento acarrea multas de mil dólares.
Aunque las restricciones solamente afectan a las áreas de las playas del norte de la ciudad, la premier de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, instó a los más de cinco millones de habitantes de la ciudad a permanecer en sus casas.
Berejiklian, explicó al anunciar la medida el sábado que ésta pretende controlar la propagación del COVID-19 antes de la Navidad.
Victoria declaró el área de la Gran Sídney y la Costa Central como zonas rojas. Las autoridades pidieron a los residentes de este estado que se encuentren en la capital de NSW a retornar antes del lunes a la medianoche y hacer cuarentena en sus casas. Lo mismo hizo Queensland, aunque dio plazo hasta el martes.
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