Sinopsis
El gobierno de Venezuela y la Casa Blanca confirmaron que una delegación estadounidense sostuvo conversaciones en Caracas con el gobierno de Nicolás Maduro y que el suministro de energía estuvo sobre la mesa.
La reunión ocurre en momentos en que Washington pretende aislar al presidente ruso Vladimir Putin con sanciones, como consecuencia de la guerra con Ucrania, y cuando están vigentes desde abril de 2019 las sanciones de Washington a Venezuela.
En conferencia de prensa, la vocera del gobierno de Joe Biden, Jen Psaki, confirmó que Estados Unidos está hablando con Irán, Venezuela y Arabia Saudita sobre la "seguridad energética".
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro confirmó que mantuvo una reunión "cordial" con la delegación de alto nivel del Gobierno de Joe Biden.
La inesperada visita también ocurre luego de una labor de varios meses por parte de intermediarios que incluye a cabilderos estadounidenses, diplomáticos noruegos y ejecutivos de empresas petroleras, que le han pedido al presidente Joe Biden reevaluar la campaña de “máxima presión” contra Nicolás Maduro que heredó del gobierno de Donald Trump.
Además, sucede mientras el presidente Nicolás Maduro está sujeto a sanciones económicas y ha sido acusado en Nueva York de narcotráfico.
Junto con Nicaragua y Cuba, Venezuela es el tercer país latinoamericano que se considera un aliado de Vladimir Putin.
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