Entramos al universo personal de Frida Khalo y Diego Rivera: sus pinturas, las fotografías de su vida cotidiana, películas donde se les ve trabajar y relajarse, las cartas y los telegramas que se intercambiaban. Un universo plagado de creatividad, amor, desamor, celos, tragedia, política y mucha vida.
La muestra presenta 33 obras de arte de la conocida colección de Jacques y Natasha Gelman, incluyendo autorretratos y dibujos de Frida Kahlo, y los principales ejemplos de pinturas sobre lienzo de Diego Rivera.Dentro de estas obras hay más de 50 fotografías de figuras como Edward Weston, Lola Álvarez Bravo y el padre de Frida, Guillermo Kahlo, que proporciona una visión muy detallada de los mundos de los artistas y de su intrigante relación.
Los autoretratos de Frida que podemos ver aquí son las obras más queridas de Natasha Gelman, que atesoraba con gran cariño y que colgaban en las paredes de su dormitorio. Estos son sólo algunos de los 65 autoretratos que Frida Kahlo pintó (de un total de 150 obras) y que componen algunas de las imágenes más reconocibles de la autora, con un contenido fuertemente cultural, personal y espiritual.
Frida decía de sí misma: Yo soy mi propia musa, el tema que mejor conozco, el tema que mejor quiero conocer.
Su marido Diego Rivera, uno de los muralistas más importantes de México, decía de ella que era la única artista en la historia del arte que abrió por completo su corazón para mostrar la cruda verdad de sus sentimientos.
Algunos críticos de arte trataron de encasillar a Frida en el estilo surrealista, pero ella se revelaba contra esta etiqueta diciendo que ella nunca pintó sus sueños, si no su propia realidad. Su obra contiene elementos que son un testimonio de su vida, muchas veces atormentada por sus problemas de salud y sus dificultades sentimentales con Diego Rivera, pero son también el resultado de una identidad cuidadosamente construida y representada. Su obra ha influido a multitud de mujeres que como ella exploran la identidad femenina.
Santiago Ballina, agregado cultural de la embajada de Mexico nos cuenta quiénes eran Jacques y Natasha Gelman y nos habla de la importancia de Frida y Diego en el panorama artístico y cultural internacional.
