Emigrar de nuevo: miles de migrantes se mudan a regiones de Australia para conseguir la residencia permanente

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Mayra Camacho en Australia del Sur

Una nueva investigación ha encontrado que una de cada cinco personas en Australia quiere abandonar la vida de la ciudad y buscar carreteras más tranquilas y casas más baratas en las regiones. El Instituto Regional de Australia ha determinado que un alto porcentaje de las personas que se desplazan a estas zonas son migrantes buscando la residencia permanente, como la colombiana Mayra Camacho, quien comparte con SBS Spanish sus dificultades y logros tras mudarse de Sídney a Adelaide.


La profesora de español Mayra Camacho trabajaba en Colombia, su país de origen como profesora de inglés y francés, hasta que decidió viajar a Australia para perfeccionar el idioma. 

Durante cinco años vivió en Sídney trabajando como docente de español, pero en enero de 2023 se mudó a Adelaide, la capital de Australia del Sur, con el propósito de encontrar una vía más directa a su residencia permanente. 

“Cuando mi agente migratorio me habló de Adelaide, nunca había estado en Adelaide y no sabía que era Adelaide, no tenía a nadie, no conocía a nadie allí”, explica Mayra a SBS Spanish. 
El gobierno federal está ofreciendo este año 34,000 plazas de migración permanente cualificada en zonas regionales, lo que suponen 9,000 plazas más de las que se ofrecían anteriormente. 

Según el Instituto Regional de Australia, la población en zonas regionales creció en 70,000 personas entre 2020 y 2021 debido a los patrones migratorios cambiantes causados por la pandemia. 
Lo más desafiante ha sido precisamente dejar mi zona de confort, todo lo conocido. Mis amigos, mi trabajo, la ciudad a la que ya me había acoplado.
Mayra Camacho
A pesar de las supuestas facilidades de visado, mudarse a una zona regional también tiene sus desafíos. Y para las personas como Mayra, suponen iniciar una segunda migración. 

“Lo más desafiante ha sido precisamente dejar mi zona de confort, todo lo conocido. Mis amigos, mi trabajo, la ciudad a la que ya me había acoplado, Sídney, y que tanto me costó también cuando llegué a Australia”, reconoce Mayra.

Desde que se mudó a Adelaide, Mayra comenzó a montar su propio negocio para enseñar español en línea y está también trabajando como tutora. Ambas actividades le están yendo bien, pero encontrar una nueva actividad laboral es un trabajo arduo. 

“Es cuestión de tener mucha paciencia, mucha insistencia y perseverancia, creatividad, buscar maneras de llegar al público, buscar contactos...”, reconoce.
Mayra Camacho en Australia del Sur
Mayra Camacho en Australia del Sur
Otros retos que se presentan al vivir en zonas regionales pueden ser de índole más práctica.

Por ejemplo, la disponibilidad de proveedores regionales de atención médica sigue siendo la mayor barrera para trasladarse fuera de las principales ciudades las regiones, y el 75 por ciento de las personas asegura que acceder a los servicios de salud es más difícil que en las áreas urbanas. 

Además, una mayor afluencia de personas que se trasladan desde las ciudades también está afectando la disponibilidad de viviendas, como ha experimentado Mayra, quien buscaba poder alquilar un apartamento para ella sola, como tenía en Sídney. 
Los arriendos están muy caros. Hay inspecciones donde acuden de 100 a 200 personas.
Mayra Camacho
“Me fue prácticamente imposible”, explica. “Primero, la crisis del mercado de renta que está por las nubes, los arriendos están muy caros. Y hay inspecciones donde acuden de 100 a 200 personas”. 

“Al final opté por vivir con otras compañeras en una casa compartida. Y encuentro que es igual, es el mismo precio que estaba yo pagando en Sídney”, asegura. 

“Estoy intentado enfocarme en lo que tengo acá, ahora lo que tengo son otros amigos, otros lugares, otras cosas por conocer y otros proyectos”.
Pero el plan del gobierno de enviar migrantes a zonas regionales tiene sus caras menos positivas. El Instituto de Migración de Australia ha criticado la decisión de exigir a los inmigrantes en estas zonas que ganen $53,900 dólares al año para poder optar a la residencia permanente.

Y los datos de una encuesta realizada por economistas de la Universidad de Adelaide, indican que el programa de migración calificada no está logrando su pleno potencial económico.

El estudio realizado entre más de 1,700 inmigrantes cualificados que viven en Australia del Sur reveló que el 53% consideraba que no estaban utilizando sus habilidades y destrezas.
Aunque este no es el caso de Mayra, ella lo ve a su alrededor.

“Conozco muchos casos de personas que en sus países de origen eran abogados, psicólogos, ingenieros, pero llegan acá y se tienen que reinventar porque se tienen que adaptar a lo que ofrecen los visados permanentes”.

“Un abogado en Colombia se hace chef en Australia, psicóloga en Chile, se hace trabajadora social o profesionales del cuidado de ancianos”.

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