Australia está viviendo un intenso debate sobre la necesidad o no de limitar la inmigración. Personas como el ex Primer Ministro Tony Abbott pidió a Malcolm Turnbull que reduzca a la mitad el programa de inmigración para volver a los objetivos de la era Howard y acusó a sus colegas de grupo parlamentario de carecer del coraje para afrontar este tema como parte clave de la lucha contra el aumento del costo de la vida en nuestro país.
Otras voces insisten en que la llegada de inmigrantes también está poniendo presión sobre la dificultad de acceder a una vivienda, la congestión en las carreteras o la escasez energética.
Pero ¿Qué hay de verdad en estas afirmaciones? El economista de la Universidad de Nueva gales del Sur, Usman Chohan, ha explicado a SBS Spanish que
“los rendimientos de tener personas que llegan a nuestro país y que se integran en la economía son enormes, porque ellos contribuyen más que toman, y los argumentos que se debaten entre el costo y beneficio están mucho más a favor del beneficio.”
Según datos por ABC, la población en Australia está creciendo más deprisa que la de algunos de nuestros vecinos asiáticos como Indonesia, y también más rápido que Gran Bretaña o Canadá. Incluso según algunos análisis, en 1997 se estimaba que alcanzaríamos los 25 millones de habitantes a mediados del siglo XXI, pero hemos llegado ya a esa cifra, mucho antes de lo esperado.
Usman Chohan explica que por otro lado
“Australia tiene las ciudades menos densas en términos de población. La escasa densidad de población en Australia se puede comparar con Siberia. Hoy en día, la infraestructura parece menos capaz de tolerar mayor poblaciones porque la infraestructura es deficiente. No solo en términos de transporte, rutas y puentes, sino la infraestructura digital de Australia es una vergüenza (Australia es número 50 en el mundo). Ya es hora de estimular la economía con nuevos proyectos de ciudades y zonas urbanas.”
Chohan opina que hay un interés monopolista desde las élites y las corporaciones privadas en desprestigiar a los inmigrantes y utilizarles como chivo expiatorio por los problemas no resueltos asociados a la alta densidad de población.
“Hoy en día, Australia enfrenta al mismo dilema que otros países occidentales, y la tendencia actual ha sido virar hacia la rabia contra el inmigrante. Entonces, la pregunta que puede determinar el futuro de nuestro país es la siguiente: ¿seremos un núcleo para atraer talento mundial, o merodearemos en la mediocridad? Porque para atraer el mejor talento mundial, tendremos que respetar a los inmigrantes.”
Escucha arriba nuestro podcast con la entrevista completa
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