Más allá del 9/11: Cómo queda el mundo tras la fallida “Guerra contra el terrorismo”

The twin towers of the World Trade Center burn in New York.

The twin towers of the World Trade Center burn in New York. Source: AP

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El ataque de Al-Qaeda contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono que causó cerca de 3,000 muertos el 11 de septiembre de 2001, desató en represalia la llamada “Guerra contra el terrorismo”, iniciada por el entonces presidente, George Bush y que dio pie a la invasión de Afganistán e Irak. Tras 20 años del 9/11, el profesor Pablo Sapag analiza para SBS Spanish el resultado de esa guerra fallida y cómo queda la posición de Estados Unidos en el escenario internacional tras su caótica retirada de Afganistán.


A pocos días de los fatídicos ataques del 11 de septiembre de 2001, la administración de George Bush responsabilizó al régimen Talibán en Afganistán de cobijar a los líderes de Al-Qaeda y en particular a Osama Bin Laden, cerebro de los atentados.

La denominada “Guerra contra el terrorismo” comenzó pocas semanas después con la invasión de Afganistán para deponer a los talibanes y acabar con las células de Al-Qaeda.

La coalición internacional, en la que participó Australia, consiguió expulsar al régimen y acabar con algunas células terroristas. Las fuerzas de ocupación permanecieron en el país en medio de una larga guerra, pero 20 años después, el resultado es que el terrorismo de inspiración islámica ha crecido y se ha expandido.

Otros grupos yihadistas, como el Estado Islámico cobraron fuerza y los ataques terroristas a objetivos occidentales se extendieron por el resto del mundo y golpearon ciudades como Madrid, Londres, París o Barcelona.
Según explica a SBS Spanish el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, , la guerra contra el terrorismo islamista está perdida.

“Ya tenía un error de definición: al terrorismo no se le puede declarar la guerra”, explica Sapag.

“Al terrorismo se le combate con inteligencia, estabilizando países, en vez de desestabilizándolos, y de ninguna de las maneras se le puede declarar la guerra, la guerra se declara entre estados”.
An AK47 assault rifle at his side, Osama Bin Laden speaks to a selected group of reporters in southern Afghanistan. (1998)
An AK47 assault rifle at his side, Osama Bin Laden speaks to a selected group of reporters in southern Afghanistan. (1998) Source: AP
Según explica el profesor, la situación ideal para que el yihadismo prospere es la “yihad en frente abierto” que se produce cuando un estado está desestabilizado y hay zonas del territorio que quedan fuera del control de ese estado.

Esta situación se ha dado en países al margen de Irak o Afganistán, como Libia, Siria, Yemen y estados de la franja central de África.

“Eso permite que, durante un tiempo, ese territorio que ocupan los yihadistas se convierta en una especie de ‘parque temático’ y escuela del yihadismo”.
Al terrorismo se le combate con inteligencia, estabilizando países, en vez de desestabilizándolos, y de ninguna de las maneras se le puede declarar la guerra, la guerra se declara entre estados.
Respecto a la ocupación de Afganistán por las fuerzas de la coalición que incluyó a Australia, el profesor Sapag asegura que ha sido una ocupación con sus luces y sombras, pero donde no se consiguieron los objetivos.

“Ahora estamos en una fase de solo ver las sombras, porque la retirada de los occidentales de Afganistán ha sido muy desordenada y desorganizada, aunque estos 20 años de operación han servido para construir infraestructuras como carreteras, aeropuertos, hospitales, escuelas, redes eléctricas, etc”.
“Si los talibanes no hubieran llegado al poder tan rápido nos hubiéramos podido encontrar con una situación de enfrentamientos internos por el poder, como ocurrió a principios de los 90, cuando la guerra destrozó las infraestructuras del país”, apunta Sapag.

“Al menos ahora esta infraestructura podría perdurar, y en ese sentido ya habría algo positivo en todo esto”.
Taliban forces in Kandahar, Afghanistan, 1 September 2021.
Taliban forces in Kandahar, Afghanistan, 1 September 2021. Source: EPA
Tras la reciente salida de las fuerzas occidentales de Afganistán, el tablero de las influencias en la región se debe reorganizar y China ya ha ofrecido al nuevo gobierno Talibán ayuda humanitaria por valor de más de 40 millones de dólares.

El experto en Medio Oriente explica que la situación de Estados Unidos, en su pulso con China, se ha centrado en ponerse frenos el uno al otro.

“Ahora Estados Unidos ha salido de Afganistán, con lo que retrocede posiciones, y ahora China lo que va a hacer es reforzar ese flanco”.

Sapag indica que la falta de respaldo del pueblo estadounidense a las misiones bélicas de su país ha resultado en un fracaso tras otro desde la guerra de Vietnam, lo que, a su parecer, hace que Estados Unidos sea en cierta forma “una potencia en retirada”.

Escucha la entrevista completa con Pablo Sapag, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro “Siria en perspectiva”.


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