Una prolongada y dura sequía está afectando a miles de agricultores y granjeros australianos, quienes no pueden obtener las cantidades de agua necesarias para cultivar alimentos y forraje para los animales.
Para afrontar este problema el gobierno federal de Australia ha anunciado un paquete de ayudas cercano a los mil millones de dólares, el que incluye créditos sin interés, múltiples proyectos en las zonas afectadas, además de la liberación de grandes cantidades de agua a lo largo de la cuenca del Murray Darling.
Algunos afectados valoran la ayuda aunque la consideran tardía e insuficiente. Mientras que científicos y ambientalistas culpan al cambio climático de esta sequía y esperan que el gobierno asuma una posición mucho más comprometida para luchar contra este problema.
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