Muestras de un asteroide ayudarán a entender el origen de la vida y la formación del universo

Japan capsule

The capsule, which contains samples from an asteroid, after it landed in the state of South Australia. Source: JAXA/HANDOUT via AAP

Una cápsula que ha estado viajando por el espacio durante seis años, recorriendo más de 5 mil millones de kilómetros, aterrizó en diciembre de 2020 en el desierto de Australia. Nuestro astrónomo de cabecera Ángel López Sánchez nos explica la importancia de este trabajo.


La agencia espacial de Japón se congratuló a finales del año pasado de la llegada de muestras de un asteroide a la Tierra, recolectadas por la sonda espacial Hayabusa-2 durante una misión sin precedentes, tras aterrizar en el desierto de Australia.

Una cápsula que contenía las preciosas muestras, tomadas en un asteroide lejano, llegó a la Tierra después de ser arrojada por la sonda. 

Los científicos esperan que las muestras, un máximo de 0,1 gramos de material, puedan ayudar a arrojar luz sobre el origen de la vida y la formación del universo. 


Puntos destacados:

  • Una cápsula que contenía las preciosas muestras, tomadas en un asteroide lejano, llegó a Australia a principios de diciembre después de ser arrojada por la sonda. 
  • Las muestras fueron recolectadas por Hayabusa-2, que se lanzó en 2014, desde el asteroide Ryugu, a unos 300 millones de kilómetros de la Tierra.
  •  En este asteroide, la sonda recolectó tanto polvo de la superficie como material de debajo de la superficie, agitado al disparar un "impactador" en el asteroide.

 

"Después de seis años de viajes espaciales, la caja de los tesoros pudo aterrizar en Woomera, Australia, esta mañana", dijo Yuichi Tsuda, el responsable del proyecto Databus-2, en una conferencia de prensa. 

Al entrar creó una bola de fuego, similar a una estrella fugaz, en su camino hacia el lugar de aterrizaje en Australia. 

Unas horas más tarde, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) confirmó que las muestras habían sido recuperadas, con la ayuda de las balizas emitidas por la cápsula cuando cayó en picado a la Tierra después de separarse de Hayabusa-2 el sábado 

La sonda, del tamaño de una nevera, estaba a aproximadamente 220.000 kilómetros de distancia. 

Las muestras fueron recolectadas por Hayabusa-2, que se lanzó en 2014, desde el asteroide Ryugu, a unos 300 millones de kilómetros de la Tierra.

 En este asteroide, la sonda recolectó tanto polvo de la superficie como material de debajo de la superficie, agitado al disparar un "impactador" en el asteroide.

 Se cree que el material no ha cambiado desde el momento en que se formó el universo.

 Los cuerpos celestes más grandes, como la Tierra sufrieron cambios radicales que modificaron la composición de los materiales en su superficie y debajo de ella.

 Pero "cuando se trata de planetas o asteroides más pequeños, estas sustancias no se derritieron y, por lo tanto, se cree que las sustancias de hace 4.600 millones de años todavía están allí", dijo a la prensa el director de la misión Hayabusa-2, Makoto Yoshikawa, antes de que llegara la cápsula.

La mitad de las muestras de Hayabusa-2 se compartirán entre la JAXA, la agencia espacial estadounidense NASA y otras organizaciones internacionales.

Esther Lozano ha conversado con nuestro astrónomo de cabecera, Angel López Sámchez, para conocer los detalles de esta extraordinaria misión espacial.

Con información adicional de la AFP.

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