Sinoposis
La fuga de una exministra de Ecuador de la embajada argentina en Quito provocó una crisis diplomática entre los dos países sudamericanos que retiraron a sus respectivos embajadores y sus relaciones quedaron a nivel de encargado de negocios.
En el centro de la polémica está María de los Ángeles Duarte, exministra de obras públicas durante el gobierno del izquierdista Rafael Correa y condenada en 2020 a 8 años de cárcel por corrupción.
La justicia determinó que la exministra, junto al expresidente Rafael Correa y otros exfuncionarios del gobierno, integraban una estructura delictiva que pidió sobornos por más de 7 millones de dólares a empresas a cambio de contratos con el Estado.
Según el gobierno de Ecuador que preside el derechista Guillermo Lasso, hubo “complicidad” de la representación diplomática argentina en la huida de Duarte y declaró persona no grata al embajador Gabriel Fuks, sobre quien no existe confianza, según dijo el canciller Juan Carlos Holguín.
En agosto de 2020, la ecuatoriana ingresó a la embajada argentina en Quito acompañada de un hijo menor de edad, cuyo padre es argentino. Fue acogida por razones humanitarias, según se informó en ese momento.
El Gobierno argentino seguirá actuando en el marco del pleno respeto de las normas internacionales aplicables y estará siempre dispuesto a entablar diálogo con las autoridades ecuatorianas para encontrar respuestas mutuamente aceptables para esta situación con el objetivo permanente de fortalecer nuestras relaciones con la República del Ecuador.Cancillería de Argentina.
Pero, la exfuncionaria terminó su estadía de dos años como asilada en la sede diplomática argentina en Quito y trasladarse a la de Caracas, Venezuela.
Mientras el canciller Holguín asegura que la embajada de Argentina "se ha opuesto" a entregar videos para esclarecer el "escape" de la exministra María de los Ángeles Duarte.
Por su parte, el gobierno argentino que preside el izquierdista Alberto Fernández negó alguna responsabilidad en la fuga de la exministra ecuatoriana condenada por corrupción de su embajada en Quito y consideró que el caso no afecta las relaciones “de hermandad” entre ambos países.
Gabriela Cerruti, portavoz de la presidencia de Argentina recordó que la ex ministra Duarte está casada con un ciudadano argentino y es madre de tres hijos. También, que la administración de Alberto Fernández le solicitó un salvoconducto, pero el gobierno ecuatoriano rechazó ese pedido.
Según la prensa ecuatoriana, el último registro de la exministra del correísmo, María de los Ángeles Duarte en la residencia del embajador de Argentina en Quito fue la noche del 10 de marzo, cuando participó de un asado con varios diplomáticos.
Después de este encuentro habría abandonado la representación diplomática, en la que permaneció por más de dos años para evitar la prisión y al parecer salió de la residencia en un vehículo diplomático, en un plan estratégicamente diseñado.
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