La crisis en Bolivia se recrudece y salpica a Venezuela

Ethnic Rifts in Bolivia Burst Into View With Fall of Evo Morales

(The New York Times) Source: The New York Times

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En Bolivia, la aguda crisis política ocasionada por la renuncia de Evo Morales sigue provocando disturbios y más muertes en el país, al tiempo que en Venezuela, la crisis boliviana alentó concentraciones rivales el sábado, en apoyo y repudio al gobierno de Nicolás Maduro.


La crisis en Bolivia tras la renuncia y huida a México del expresidente Evo Morales continúa escalando, traduciéndose en más muertes, fuertes enfrentamientos y en un desbordamiento político que empieza a trascender fronteras. 

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en un mes de protestas se han producido 23 muertes en Bolivia, aunque el gobierno encargado de la presidenta interina Jeanine Áñez reconoce solamente cinco.

Partidarios de Evo Morales se volcaron nuevamente a las calles el viernes, y se registraron fuertes confrontaciones con las fuerzas de seguridad.

La presidenta interina autorizó a los militares a controlar el orden público, a la vez que los eximió de responsabilidades penales.

Los manifestantes, en su mayoría campesinos e indígenas, denunciaron que los cuerpos de seguridad les dispararon perdigones a quemarropa.

En respuesta, grupos afines al exmandatario Evo Morales le dieron un plazo de 48 horas a la presidenta provisoria para dimitir.

Con las protestas indígenas, muchas vías de acceso han sido cortadas y comienza a sentirse el desabastecimiento de combustibles en varias ciudades. El gobierno de Áñez ha enviado 35 toneladas de carne a la Paz y prometió otras 25 toneladas de pollo para la capital.

Mientras tanto, desde México, Evo Morales, quien se reconoce aún como presidente, prometió volver a su país en “cualquier momento”.
Líderes políticos del partido Movimiento al Socialismo (MAS) llamaron a la calma el sábado, luego de que los encontronazos amenazaran los esfuerzos del gobierno de reestablecer el orden social.

Representantes del MAS criticaron el uso desmedido de la fuerza utilizado por los cuerpos de seguridad contra los manifestantes y acusaron a Áñez de violar la Constitución.

Por su parte, algunos militares participaron en una misa pública por la paz y la estabilidad, a la que asistieron también partidarios del gobierno de transición que desean nuevas elecciones.
En los pocos días que lleva en su presidencia interina, Áñez cambió el alto mando militar y policíaco, juró a su gabinete y anunció que renovará a las autoridades electorales de Bolivia para dar paso a "elecciones justas y transparentes".

Áñez también expulsó a cientos de médicos y trabajadores de la salud cubanos que se encontraban en Bolivia. Cuatro médicos cubanos han sido detenidos, acusados de fomentar protestas.

Por otro lado, la presidenta interina de Bolivia rompió relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, al tiempo que estrechó su relación con el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, quién es reconocido por más de 50 países como presidente encargado de Venezuela.

Estas medidas han sido criticadas por sectores que consideran que estas decisiones van más allá de las que deben ser tomadas por un gobierno interino, cuyo objetivo principal es llamar a nuevas elecciones.
Mientras tanto, en Venezuela, los acontecimientos en Bolivia se hicieron eco en manifestaciones en apoyo y rechazo al gobierno de Nicolás Maduro.

Entre música y banderas, los simpatizantes al oficialismo venezolano mostraron su apoyo no sólo al gobierno de Venezuela, sino también a Evo Morales.

Por su parte, algunos simpatizantes de Guiadó manifestaron que seguirán el ejemplo de Bolivia para pedir la renuncia de Maduro a la presidencia.

Pero otros manifestantes afirmaron que su lucha no es por Guaidó, sino por el país, demostrando así la fisura en la unidad opositora, que se da tras el fracaso del diálogo mediado por Noruega entre los representantes de Guaidó y Maduro.

En la concentración opositora, Guaidó presentó una nueva agenda de protestas callejeras para el resto de la semana, pero analistas han puesto en duda que éstas tengan el arrastre que desea la oposición.

Periodistas en Venezuela han apuntado que el número de personas que asistieron las concentraciones del sábado fue bajo, si se comparan con la participación en las manifestaciones masivas vistas en el país en 2014, 2017 y principios de 2019.

Si bien las protestas en Chile y Bolivia han logrado remover algunas de las tensiones en Venezuela, el efecto  no ha sido suficiente para movilizar a las masas degastadas para que vuelvan a salir a las calles como en ocasiones anteriores.

Nicolás Maduro afirmó que un millón de personas había asistido a las concentraciones oficialistas, mientras Juan Guaidó dijo que unas 760 mil personas habían asistido a las marchas de la oposición en todo el país.

Sin embargo, nuestro corresponsal en Venezuela dijo a SBS Spanish que los videos y fotos de las concentraciones no muestran la misma afluencia de gente que en protestas anteriores y que se desconoce cómo el oficialismo y la oposición están llegando a esos cálculos.


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