Por primera vez, en esta encuesta se revela que la mayoría de australianos se opone a la actual tasa de inmigración, según el , que toma el pulso a los australianos sobre asuntos internacionales, cambio climático, inmigración y democracia.
El sondeo indica que un 30 por ciento considera que esta tasa es “justa”, mientras que un 14 por ciento cree que es demasiado baja.
Estos resultados representan un aumento significativo de a oposición a los actuales niveles de inmigración dado que la tasa de rechazo a la entrada de extranjeros al país se incrementó en 14 puntos porcentuales respecto a las cifras recogidas por el Instituto Lowy año pasado y en un 17 por ciento desde que comenzó a hacerse esta pregunta en 2014.
Source: Lowy Institute
“Por primera vez, la Encuesta revela que la mayoría de los australianos piensa que la actual tasa de inmigración en Australia es demasiado alta”, remarcó en el prefacio el director ejecutivo del Instituto Lowy, Michael Fullilove.
En otro apartado referido a las amenazas que afronta Australia, un 40 por ciento consideró que la entrada de grandes cantidades de inmigrantes al país afectan a los intereses del país, como se muestra en el siguiente cuadro, en el que también la presidencia de Donald Trump apareció en la lista que encabeza el terrorismo.
Polling result by Lowy Source: Lowy Institute
El informe indica que los australianos generalmente han tenido una percepción positiva frente a la inmigración.
En 2016, casi un 75 por ciento de los australianos consideraba que “en general, la inmigración tiene un impacto positivo en la economía” y que “la aceptación de los inmigrantes de diversos países fortalece a Australia”.
Pero al parecer esta actitud ha cambiado en 2018.
“Si bien este cambio puede reflejar la retórica de los políticos como el exprimer ministro Tony Abbott, quien defendió en un discurso en febrero de 2018 (poco antes de que se comenzara el trabajo de campo de la encuesta) los recortes a la tasa de inmigración para aliviar la presión que ejerce sobre las infraestructuras, el precio de las viviendas y los salarios”, según indica el informe.
Los australianos también parecen cuestionar el impacto de la inmigración en la identidad nacional. Una mayoría de ellos, el 54 por ciento, cree que la apertura de Australia a las personas de todo el mundo es esencial para definir lo que se es como nación.
Pero una importante minoría del 41 por ciento considera que “si Australia se abre demasiado a al gente de todo el mundo, corremos el riesgo de perder nuestra identidad como nación”.
Las actitudes varían de acuerdo a la edad: 66 por ciento de los jóvenes entre 18 y 44 años cree que la apertura es esencial, en comparación al 41 por ciento de los mayores de 45.
En este sentido los australianos están más divididos que los estadounidenses, quienes respondieron a esta pregunta a finales de 2017 en una encuesta en la que solo el 29 por ciento consideró que “si Estados Unidos se abre demasiado...corremos el riesgo de perder nuestra identidad como nación”.
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